Última semana de los temidos Pirineos, ya acaban los partidos contra los grandes contra los que poco (o nada) se puede hacer.
El San Miguel, ésta vez con más efectivos no logró dar la sorpresa ante La Resaca y cayó derrotado con un 5-1 que pudo ser más abultado en un partido calcado al de la semana pasada.
El partido comenzó como el anterior, un San Miguel más o menos bien plantado que defendía a capa y espada todo lo que llegaba a la portería de Jorge, y gozando de alguna que otra oportunidad en la portería contraria. Pero la lógica se impuso y al descanso La Resaca ya gozaba de una mínima ventaja de 1-0 tras una excelente jugada individual que dejó a medio San Miguel en el suelo.
La segunda parte, el San Miguel salió decidido a por el empate, pero como los números no mienten la eficacia cara a la portería rival es pobre, así que con el paso de los minutos y debido en parte al cansacio fueron llegando los goles en contra, dando la enhorabuena a la portería de parar bastantes disparos (algunos acrobáticos) con los postes.
El gol llegó en un contraataque, único arma posible en ese partido que reducía distancias, pero no hubo tiempo para más.
La semana que viene se presenta con un partido algo más asequible y donde la victoria no se debe escapar para seguir soñando con hacer la mejor temporada de la historia de este humilde equipo.
jueves, 11 de diciembre de 2008
lunes, 24 de noviembre de 2008
Partido 5: golpe de realidad
Los pronósticos se cumplieron y el San Miguel cayó derrotado con contundencia (5-0).
Las baajs hicieron excesiva mella y los seís asistentes hicieron lo que pudieron.
El partido comenzó con un tanteo de los dos equipos, desafortunadamente Los Ronaldos leyó antes el estilo de juego a realizar, lo cual le dio el dominio completo del balón y del ritmo del partido.
Los rojillos se defendían como podían gastando quizá demasiados esfuerzos. Un primer tiempo lleno de oportunidades para el equipo rival no podía acabar de otra forma, con un gol a mediados de periodo.
El San Miguel no se desmoralizó y siguió luchando cada balón, Jorge iba parando todo lo que llegaba a la portería (hasta detuvo un penalty algo dudoso), Chus intentaba poner calma y orden a un ataque casi inexistente, Fer tapaba con su corpulencia las entradas del rival, y el resto apoyaban al resto con excelente resultado.
Así se llegó al descanso, con un 1-0 que se veía remontable, pero nada más lejos de la realidad, la intensidad de la defensa y del ataque rival hacían imposible cualquier intento de ataque. Los rojillos (cuando los rivales lo permitían) intentaron todo, carreras de Sergio aprovechando su habilidad, balones colgados a Álvaro y su altura que alguno pudo dar sus frutos o destellos de magia de Sergio con caño incluido para poner un balón perfecto que malogró el portero contrario que actuó poco pero bien.
El cansancio fue haciendo efecto, y los goles fueron llegando, a menudo de desajustes en alguna marca fruto también de la fatiga mental y el desquicie.
Al final 5-0 que pudo ser mayor, pero que no se mereció todo el esfuerzo que el San Miguel realizó en la cancha.
Las baajs hicieron excesiva mella y los seís asistentes hicieron lo que pudieron.
El partido comenzó con un tanteo de los dos equipos, desafortunadamente Los Ronaldos leyó antes el estilo de juego a realizar, lo cual le dio el dominio completo del balón y del ritmo del partido.
Los rojillos se defendían como podían gastando quizá demasiados esfuerzos. Un primer tiempo lleno de oportunidades para el equipo rival no podía acabar de otra forma, con un gol a mediados de periodo.
El San Miguel no se desmoralizó y siguió luchando cada balón, Jorge iba parando todo lo que llegaba a la portería (hasta detuvo un penalty algo dudoso), Chus intentaba poner calma y orden a un ataque casi inexistente, Fer tapaba con su corpulencia las entradas del rival, y el resto apoyaban al resto con excelente resultado.
Así se llegó al descanso, con un 1-0 que se veía remontable, pero nada más lejos de la realidad, la intensidad de la defensa y del ataque rival hacían imposible cualquier intento de ataque. Los rojillos (cuando los rivales lo permitían) intentaron todo, carreras de Sergio aprovechando su habilidad, balones colgados a Álvaro y su altura que alguno pudo dar sus frutos o destellos de magia de Sergio con caño incluido para poner un balón perfecto que malogró el portero contrario que actuó poco pero bien.
El cansancio fue haciendo efecto, y los goles fueron llegando, a menudo de desajustes en alguna marca fruto también de la fatiga mental y el desquicie.
Al final 5-0 que pudo ser mayor, pero que no se mereció todo el esfuerzo que el San Miguel realizó en la cancha.
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